
Un fin de semana de infarto nos regaló la Fórmula 1 este fin de semana con el Gran Premio de Arabia Saudita, penúltima fecha del mundial. La ubicación, que debutaba en el calendario, tenía una configuración que, a priori, parecía favorecer a los Mercedes. La gran cantidad de curvas veloces y un promedio de velocidad teórico de unos 280 km/h era un panorama muy positivo para que Lewis Hamilton pudiera obtener un resultado positivo.
Esto se reforzaba luego que las flechas de plata encabezaran las dos prácticas libres, aunque seguidos muy de cerca, principalmente, por Max Verstappen. En clasificación, la Q3 nos dejó a todos boquiabiertos: Lewis Hamilton había marcado el mejor tiempo pero Max Verstappen decidió desplegar todo su talento tomando todos los riesgos, haciendo «finitos» contra los muros y limando décimas. Cuando ya se prestaba a hacer la última curva, su Red Bull se va apenas ancho, termina golpeando contra el muro y debe abortar el giro rápido. Con esto largaba desde la tercera ubicación de la parrilla.
El domingo, Hamilton salía sin problemas y comenzaba a administrar una ventaja de unos 3 segundos respecto al neerlandés. Sin embargo, 10 vueltas más tarde el Haas de Mick Schumacher se daba contra las barreras de seguridad y hacía que saliera el auto de seguridad. A raíz de esto, Mercedes decide hacer entrar a Hamilton a boxes para cambiar neumáticos y Verstappen heredaba el liderato de la carrera. Algunas vueltas bajo el safety car, el comisariato decide desplegar la bandera roja y neutralizar la carrera por completo. Por reglamento, esto le permitía a Red Bull hacer el cambio de neumáticos durante la neutralización, sin tener que correr riesgos de perder la posición.
Se reparaba la barrera y se relargaba la carrera con partida detenida, donde Hamilton salía mejor pero Verstappen, luego de hacer la primera curva por fuera de la pista y tocar al británico, mantenía el liderato. Esteban Ocon aprovechaba el entrevero y se ubicaba segundo entre los dos contendientes por el título. Poco después una nueva bandera roja se desplegaba y los comisarios, a partir de una polémica negociación entre los directores de equipo, deciden que Verstappen perdiera dos posiciones y relargara desde la tercera ubicación.
En esta segunda relargada, Verstappen recuperó el liderato de inmediato y Hamilton debió trabajar para recuperarse nuevamente. Casi 20 vueltas después, y con varios autos virtuales de seguridad desplegados para limpiar la pista de restos de otros bólidos, Hamilton se ubicaba en posición de ataque y Verstappen se defendió pero saliendo de pista y manteniendo la posición. El equipo Red Bull le ordena devolver la posición «de manera estratégica» según se escuchó en el radio de equipo. El neerlandés frena de manera brusca para que lo supere Hamilton y se tocan, haciendo que los comisarios lo sancionaran con 5 segundos de penalización primero y, luego de carrera, con 10 segundos extra. A pesar de este accidente, Hamilton tuvo la oportunidad de volver a atacarlo y recuperó la punta, que no abandonó hasta el cierre de la carrera.
Ahora los dos pilotos quedaron con la misma cantidad de puntos en el campeonato de cara a la última fecha a disputarse en Abu Dabi. Los cálculos son simples: el que sume más puntos en la próxima carrera se consagrará campeón del mundo de pilotos. Si ninguno de los dos lograse sumar, el título se lo llevará Verstappen por primera vez debido a tener más cantidad de victorias a lo largo del año.